Historias teatrales

Con sonidos de ambiente, pajaritos, aguas, ríos, cascadas, mulas, aves; la Sala Vargastejada hizo una presentación de una de sus obras, aquellas que combinan el Teatro y la Historia para recordarnos "el pasado en común a la luz de la experiencia del presente, para proyectarse al futuro a través de visiones críticas".

foto obtenida de:
 https://www.facebook.com/salavargastejada/ 

La Recua Chica, es una obra dirigida por el maestro e investigador de la ASAB -Academia Superior de Artes de Bogotá-, Camilo Ramirez Triana. Aquí el director junto al espectacular elenco de cuatro actores, narran en escena, cómo Franco -Francisco José de Caldas- no solo era ese prócer de la patria o el gran intelectual puesto en un pedestal, sino también un hombre con miedos, angustias, problemas y humanidad.

En este viaje de 45 min. (Aprox.), Franco se enfrenta a llevar un recua de mulas con equipaje como ropa y enceres para vender a través del Cauca y el Tolima. Con sus grandes apuntes, su mentalidad cultivada, su persistencia, terquedad y sus conocimientos matemáticos, logra llevar con éxito la recua y conseguir vender algunos de sus objetos. 

Con un escenario poco elaborado, pero pertinente, esta obra con tan solo unos baúles, sonido ambiente, algunas luces y los materiales necesarios para la venta y montar el puesto en la plaza, una plaza que nos hicieron imaginar los actores con su capacidad de interpretar y mostrar que sí estaban viviendo la escena, lograron transportarnos a la época, a esa Colombia difícil de atravesar, por falta de desarrollos viales, tal como en el presente. 

Algunos problemas por los que tienen que pasar Franco Caldas -Jonatan Camero-, Camilo Caldas -Fabián Blanco-, India Chuquina -Beatriz Espinoza- y Lobo -Camilo Castro-, transcurren en el camino de Popayán a Timaná, por ejemplo, una de sus mulas cae por un barranco, haciendo que toda la mercacia se esparza por él o que uno de los alcaldes del Reino de Granada, le impida a Franco poder comercializar dentro del pueblo.

Esto hace que la trama se torne emocionante, y nos envuelva en ese sentimiento de querer saber más. Es importante recalcar la fuerza de la voz y la entonación, las cuales lograr cautivar al público. Es de tener en cuenta cómo de alguna manera, Franco, logra entrometer su intelecto en las cosas que dice al transcurrir la obra. 

Al finalizar la obra, se dispuso un conservatorio con los estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Distrital Francisco Jóse de Caldas y varios, de las casi 25 personas que asistieron, recalcaron la importancia del arte, el teatro y este tipo de puestas en escena, dentro de espacios en facultades que no están muy cercanas a este tipo de conocimiento, pero que de igual forma, les interesa.

 

El teatro es una posibilidad en que la historia se vuelva presente y se vuelva material, motivo de dialogo, de compartir para construir, incluso desde visiones críticas de distinta índole.

Serendipia en conversación con Sala Vargastejada, logró entender, comprender y escuchar que significa el Teatro y la Historia en un mismo escenario, dentro del marco Bogotano, la sal del teatro le hace una invitación a la ciudad para que conozca y se de el espacio para entender que significa contar la historia a partir de la escena teatral. 

Dicen Camilo Ramirez y Beatriz Espinoza. 

En lo que estamos ahora, es en la búsqueda de descifrar, y seguimos en ello, porque estamos desde el principio, en descifrar para qué nos sirve la historia en verdad y cómo la podemos volver presente. El teatro es una posibilidad en que la historia se vuelva presente y se vuelva material, motivo de dialogo, de compartir para construir, incluso desde visiones críticas de distinta índole.

Lograr que el teatro se nutra con estas historias de la realidad, le devuelve al teatro una relación con la sociedad, lo incorpora a un flujo temporal y social de la vida. Porque, en los últimos tiempos el teatro ha perdido piso, raíz. Cuando vamos a la historia, vamos precisamente, buscando raíz y lo que encontramos es futuro. 

La cosa nos interesa hace 25 años. Estamos en esto y ahora en Caldas se reúne todo eso y nuevamente tenemos que manejar todo el material y ver como lo moldamos, cómo lo volvemos dialogo, en eso está Vargastejada y en eso sigue Vargastejada.

Lo que queremos es que la gente pueda descubrirse desde la memoria.

En cuanto al foro, Camilo Ramírez Triana, nos da el contexto de quiénes acompañaran la charla.

Necesitamos conocer y saber de la historia, para en este momento presente no repetir la historia, pero más que no repetir, es comprenderla. Por ejemplo, saber de donde vengo yo.

Con estos invitados, ellos, en caso de Carlos José Reyes, es dramaturgo, historiador y se documenta, entonces, tiene bastante información o puntos de vista y conceptos que a mi me interesan y creo que son de interés general. Lo que queremos es que la gente pueda descubrirse desde la memoria.

Carlos José Reyes, es un referente del teatro colombiano, de los más importantes, vivo y con actividad. Es historiador, miembro de la academia de historia; fue director de la Biblioteca Nacional y es dramaturgo de vieja data. Él es autor de Soldados, una obra muy famosa. También, hizo teatro infantil y tiene una trayectoria impresionante. 

Su reflexión sobre las relación entre teatro e historia es muy antigua. El es el libretista de una serie que marcó varias generaciones de colombianos, desde la televisión, que se llamaba Revivamos Nuestra Historia, todavía la dan en el canal 11, una serie vieja que contó la historia de Bolívar, toda la independencia en el siglo XIX, Mosquera, Obando; y el era el libretista y el motor de esa serie. 

También, nos acompaña Germán Ferro, antropólogo e historiador; fundador del Museo del Río Magdalena en Honda e impulsador de proyectos culturales de la mayor importancia, en toda la zona del Magdalena medio. Además, desde su fundación aquí en Bogotá, es una activista por la cultura, la memoria y el arte.

Se encuentra de igual forma, Juan Carlos Villamizar, magister en historia y actualmente docente de la Universidad Nacional de Colombia, en el departamento de historia. Ha trajinado y ha trasegado las ideas de la historia en relación con el teatro.

Esto de trabajar el teatro histórico no es fácil ni común y algunos historiadores lo han hecho y pensado. 

Ese foro va a estar muy interesante, contamos con público destacado y esperamos lograr una buena conversación, para darle curso a este teatro de la historia o de la memoria histórica; que en realidad es una posibilidad cultural, bastante buena para la sociedad y el país, muy importante y que aveces nosotros no tenemos suficientemente en cuenta. 

Camilo Ramírez Triana, uno de los directores de Sala Vargastejada, igualmente nos comenta, que en el marco colombiano, esta sala de teatro también se encuentra en consonancia, no solo con lo que sucede en la ciudad sino en el resto del país, ese país rural que también tiene cosas por contar. 

Es el caso de que ya estuvieron con obras de teatro en festivales en municipios como Honda y La Dorada, a partir de lo que desde el Río Magdalena se puede contar. Si bien, han sido precursores del teatro, necesitan más expansión, que se reconozcan estos espacios dentro de Bogotá y Colombia. Vargastejada, está abierta a aquellas invitaciones que se presenten y en las que se puedan encontrar un equilibrio entre el teatro y la historia.